Índice de contenidos
- 1 Qué es la Inteligencia Emocional
- 2 Qué NO es la Inteligencia Emocional
- 3 Tipos de Emociones
- 4 Para qué sirve la Inteligencia Emocional
- 5 Daniel Goleman y su Inteligencia Emocional
- 6 Educación Emocional
- 7 Cursos de Inteligencia Emocional
- 8 10 Claves para saber si tienes Inteligencia Emocional
- 9 Frases de Inteligencia Emocional
- 10 Libros de Inteligencia Emocional
En este artículo explicaré qué es la inteligencia emocional, hablaré un poco de su origen y de Daniel Goleman; explicaré cómo podemos identificar y gestionar nuestras emociones, los tipos que existen; también hablaré sobre educación emocional, sobre qué hay que tener en cuenta a la hora de elegir un curso de inteligencia emocional y sobre algunas pautas que podrán ayudarte a mejorar tu inteligencia emocional. Terminaré con algunas frases relacionadas que pueden servirte de ayuda para tener bien a mano y los libros que recomiendo. Así que sin más dilación, ¡allá vamos!
Qué es la Inteligencia Emocional
Si entraste buscando una definición de inteligencia emocional te pondré la mía (aunque yo no soy muy partidario de la parte teórica, sino más de la práctica y de cómo nos puede ayudar cada día).
La Inteligencia Emocional la definiría (intentando alejarme de definiciones súper teóricas) como un conjunto de conocimientos y técnicas que me permiten:
- Ser más consciente de cómo soy y cómo reacciono ante lo que me rodea: al estar más atento de las emociones y de las señales físicas que me da mi cuerpo, puedo llegar a entender(me) mejor y saber qué es eso que siento en el cuerpo y que, a veces, no sé bien qué es. Por ejemplo: cuánto más me fije en mis señales físicas y las relacione con emociones, mejor podré saber (por ejemplo) que cada vez que me duele la parte frontal de la frente quiere decir que me estoy enfadando pero que no quiero expresar ese enfado; o cada vez que siento una especie de nerviosismo en el estómago es porque estoy sintiendo miedo hacia algo.
- Conocer mis emociones: al tener detectadas estas señales físicas y saber qué emociones me indican, puedo ser más consciente de lo que siento. Ahora, una vez que conozco mis emociones, lo que necesito es saber cómo expresarlas de forma saludable y qué me están diciendo que necesito.
- Expresar las emociones de forma sana: como ya he comentado, depende mucho de la situación en la que esté y lo que priorice en ese momento, pero siempre es importante saber cómo expresar un enfado, cómo llevar un duelo, incluso saber expresar de la mejor forma un sentimiento de euforia.
- Saber qué es lo que necesito para ser feliz: saber que cada vez que me pongo triste lo que necesito es pensar en ello profundamente, llorar durante un tiempo y tras ello, ya me siento mejor; o quizás necesito hablarlo con alguien y saber qué piensa; o me he dado cuenta de que lo mejor para mí es pensar de vez en cuando en ello sin hacerlo demasiado. Solo tú podrás saber lo que esas emociones te están diciendo o pidiendo y la mejor forma de darte aquello que buscas.
Ser inteligente emocional significa vivir siendo consciente de tus emociones, entenderlas, aceptarlas y saber qué me están diciendo para saber qué darme en cada momento.
Cuanto más conscientes seamos de nuestro cuerpo, de nuestros pensamientos, de las emociones que nos generan esos pensamientos y de cómo eso nos influye en nuestro cuerpo, en nuestro carácter, en nuestras relaciones con los demás, en nuestras relaciones con nosotros mismos, en nuestra autoestima… Mejor sabremos qué darnos exactamente y cuándo, para gestionar de la mejor forma todo ello.
Qué NO es la Inteligencia Emocional
Veo también importante el compartir la definición desde el punto de vista de lo que NO es la inteligencia emocional para así desbancar algunos mitos:
- La inteligencia emocional NO es tener la respuesta para todo: en muchos cursos la gente suele preguntar sobre un problema específico que tienen y piden una respuesta, y en esto de la inteligencia emocional, el que tiene la mejor respuesta para lo que te ocurre, eres TÚ. Nosotros los facilitadores ofrecemos técnicas y recursos para que las uses de la mejor manera, pero pocas veces podremos dar la respuesta más adecuada al problema que tienes. Si te interesa este tema, te recomiendo que leas los tres factores que influyen cuando nos relacionamos con alguien (especialmente en conflictos), para que puedas entender mejor lo que ocurre dentro de tu cabeza y saber mejor la respuesta. Así que los expertos en inteligencia emocional no tenemos una varita mágica para todos los problemas desgraciadamente.
- NO es siempre estar de buen humor: mucha gente cuando piensa en qué es la inteligencia emocional piensa en alguien que siempre está contento, alegre y de buen humor. Y, aunque nos conozcamos bien, sepamos qué necesitamos según las emociones y las técnicas para gestionar las emociones, a veces se está de mal humor, o a veces te sientan mal las cosas o estás enfadado por algo que haya ocurrido y no por eso te hace ser menos inteligente emocional. Hay gente (sobre todo los perfeccionistas) que piensan que si me enfado o me pongo triste, no estoy gestionando bien las emociones y eso no es cierto. Quizás es lo que necesitas en ese momento y lo estás manejando perfectamente.
- Inteligencia emocional NO es ser siempre asertivo: relacionado con el punto de arriba mucha gente piensa que siempre tienes que saber pedir las cosas con asertividad, hacer críticas constructivas, expresar los enfados de forma sana y a veces se te llena el volcán y explotas o simplemente consideras que no es la mejor forma para conseguir lo que quieres en ese momento. O quizás no te apetece ser asertivo y ya está. Aquí puedes ver los derechos asertivos que te enseñarán más a saber establecer tus límites sin sobrepasar los del otro.
Y visto ya qué es y qué no es la inteligencia emocional veremos ahora qué tipos de emociones hay.
Tipos de Emociones
Podemos hablar principalmente de dos tipos de emociones, las primarias y las secundarias:
Las emociones primarias son las emociones básicas, las que sentimos en el fondo. Siento que estoy enfadado y no hay nada más detrás. Pero puede que haya algo ahí detrás que a primera vista no soy muy consciente y aquí entran las:
Emociones secundarias: que son emociones defensivas que oscurecen o esconden nuestro sentimiento central o primario. A veces ocultan esa emoción para “protegerte” de ello, por ejemplo: los hombres que han crecido escuchando que los hombres no pueden llorar suelen mostrar enfado cuando están tristes. Las mujeres que han crecido escuchando que tienen que ser sumisas expresarán tristeza o llanto cada vez que se enfaden.
Las emociones secundarias también pueden ser instrumentales cuando tratamos de conseguir algo con esa emoción secundaria. Ej: el gimoteo de un niño pequeño puede estar intentanto conseguir una necesidad más orientada al cariño o atención cuando realmente no sienten eso. Cuando una madre grita a su hijo porque está cruzando la carretera sin mirar a los lados, usa ese grito y enfado para que el niño aprenda a través de esa experiencia. Seguramente sea más útil que si expresara su emoción primaria de tristeza o miedo porque le pueda pasar algo al pequeño.
También dentro de las emociones primarias podemos distinguir entre emociones “saludables” o “adaptativas” y las “no saludables«o “desadaptativas”. Las primeras son respuestas de tu cuerpo a situaciones que ocurren en ese momento y que piden cubrir una necesidad (el enfado porque han superado tus límites o los de otra persona, el miedo debido a una amenaza; la tristeza ante la pérdida de algo o alguien…) y por tanto hay que escucharlas e intentar en la medida de lo posible satisfacerlas.
Las emociones desadaptativas son respuesta a un malestar crónico que se encuentra enquistado durante tiempo (normalmente largos períodos de tiempo). Siguen siendo emociones primarias / básicas que corresponden a tu verdadero ser, pero de alguna forma no se han gestionado quedándose ahí y apareciendo de vez en cuando muchas veces sin ser conscientes ni saber por qué. Por ello, estas emociones han dejado de ser sanas, ya que son respuestas a experiencias pasadas en vez de respuestas a lo que ocurre aquí y ahora. Este tipo de emociones tienen que ser gestionadas de forma diferente, ya que en este caso lo principal es aceptarlas, comprenderlas y cambiarlas. En el Proceso Emocional Básico explico cómo trabajar este tipo de emociones y cambiarlas por emociones saludables.
Si quieres saber más sobre las emociones, te recomiendo este artículo donde las comentamos a fondo.
Para qué sirve la Inteligencia Emocional
Si te estás preguntando de qué forma puede ayudarte la Inteligencia Emocional en el trabajo, en casa, con tus amigos, con tus hijos, tu pareja, en tu día a día, la respuesta es: gracias a ella, las emociones a través de las cuales tu cuerpo te va informando de lo que necesitas, podrás entender qué indican y gestionar esa necesidad. De esa forma te estarás conociendo mejor a ti mismo y al final podrás ser más feliz.
Todo esto se puede ver reflejado en cada faceta de tu vida y con las personas con las que interactúas: te ayudará a ser mejor padre, mejor pareja, mejor empleado, mejor líder (que no jefe), mejor amigo y lo más importante de todo, te ayudará a ser más feliz contigo mismo y con los demás.
En la sección de Inteligencia Emocional podrás encontrar mucha más información que te ayudará a seguir avanzando en todos estos temas. La parte intrapersonal está orientada hacia cómo te ves a ti mismo y cómo mejorar esa imagen y tu autoestima. La parte interpersonal se enfoca más en la relación que tenemos con los demás y cómo a través de las habilidades sociales podemos mejorar esas relaciones: asertividad, escucha activa, expresión de emociones, gestión de enfados, empatía, críticas constructivas, etc.
Daniel Goleman y su Inteligencia Emocional
No podría hablar de la inteligencia emocional sin citar al que fue su precursor Daniel Goleman, ya que más que su creador lo que hizo fue demostrar que este tipo de inteligencia tenía más importancia a la hora de triunfar en la vida que la inteligencia racional que se conocía hasta ese momento (el gran conocido «Coeficiente Intelectual CI»). Goleman demostró que muchas personas sin tener un coeficiente intelectual muy alto y por tanto no ser denominados como lo que en aquella época era «inteligentes», se habían forjado una carrera talentosa y habían triunfado mejor que los que eran «únicamente inteligentes racionales» (por llamarlo de alguna manera). Esas personas sí que tenían otro coeficiente intelectual muy alto y era el de inteligencia emocional y gracias a esas habilidades, técnicas y recursos, habían triunfado más que los que solo eran buenos en temas intelectuales.
En su libro Inteligencia Emocional Daniel Goleman lo explica muy bien y es que, gracias a este libro, la gente ha empezado (desde hace unas décadas hasta ahora) a preguntarse qué es la inteligencia emocional y cómo podía aprenderse y de qué forma podía ayudar a tener éxito.
También hay que decir que además de Goleman, hubo otros autores (Howard Garner, Peter Salovey, John D. Mayer, entre otros) que estudiaron profundamente y escribieron sobre la inteligencia emocional. Garner destacó por su teoría de inteligencias múltiples que afirmaba que no existe una sola inteligencia (desechando así el concepto de ser o no ser inteligente), sino que existían ocho diferentes, dos de las cuales (la inteligencia interpersonal y la intrapersonal) están directamente relacionadas con la inteligencia emocional. Quizás podríamos estar hablando de dos tipos de inteligencia emocional, pero como dije que no me pondría teórico podéis leer en Wikipedia más sobre estos autores y el origen teórico del concepto.
Educación Emocional
Si hablamos de Inteligencia emocional tenemos que hablar de educación emocional o de cómo aplicar la inteligencia emocional en los niños. Esta idea es muy moderna ya que hasta hace excasos años no se ha empezado a plantear la idea de explicar qué es la inteligencia emocional y el control emocional en guarderías y colegios. Educar a nuestros hijos para que sepan entender sus emociones (imagínate que tu hijo supiera diferenciar entre estar nervioso, tener miedo, estar enfadado o estar triste), sepan identificarlas, no confundirlas, sepan qué hacer con ellas y cómo gestionarlas, es algo fundamental a la hora de hacerles personas más inteligentes. Como demostró Daniel Goleman: las personas que son más inteligentes emocionales llegarán más lejos en el trabajo, ya que sabrán gestionar mejor sus relaciones personales y a sus compañeros.
Actualmente son muy pocos los colegios que tienen la Inteligencia Emocional instaurada como algo oficial y a la que destinen un número de horas de clase importantes. Guipuzcoa es un gran ejemplo que nos enseña por qué es importante estudiar inteligencia emocional desde que somos niños pequeños. Y es que, que tu hijo de 4 años sepa diferenciar que lo que está sintiendo es un enfado porque cuando se enfada se le pone la cara roja y siente una presión en la frente, es algo que le facilitará gestionar esa emoción cuando sienta esos factores corporales en un futuro.
La educación emocional infantil prepara a nuestros hijos para ser mejores trabajadores y personas el día de mañana.
En esta web podéis ver el programa que tienen para que los hijos crezcan con el conocimiento de la inteligencia emocional de los 3 a los 20 años.
Aquí os dejamos unos pdf y unas fichas que podréis ver e incluso utilizar con vuestros hijos:
Si quieres saber más de la educación emocional y de las formas en que puedes educar a tus hijos y enseñarles con técnicas cómo ser más inteligentes emocionales visita el siguiente link => Educación emocional.
Esta última información de la web de Guipúzcoa y de los dos pdf’s los he sacado del gran sitio El Blog que te hará pensar, el cual os lo recomiendo gratamente si queréis disfrutar de contenido también orientado a la educación, psicología emocional e inteligencia emocional.
Cursos de Inteligencia Emocional
Muchos estaréis buscando algún curso o máster en este ámbito, ya sabéis por qué es importante estudiar inteligencia emocional. A continuación os daré 10 pautas que en mi opinión hay que tener en cuenta a la hora de decidir qué curso o máster tomar:
- OBJETIVO: Primero tienes que tener en cuenta el «para qué«, ¿para qué quieres realizar un curso de Inteligencia Emocional? Puede ser solo para saber del tema, puede ser porque quieres aplicarlo a tus hijos, también porque estás en un momento en tu vida que necesitas conocerte mejor y aumentar tu autoestima, o puede que lo hagas porque quieres ser facilitador y quieres el día de mañana tener un trabajo orientado a realizar cursos o talleres de inteligencia emocional. Estas cosas son importantes a la hora de realizarlas y que deberías de hablar con la dirección del curso para que pueda orientarte, quizás tengan módulos más orientados a la psicología emocional y el crecimiento personal y otros más a enseñar a los demás.
- RECOMENDACIONES: ¿conoces a alguien que lo haya realizado o que conozca a alguien que lo haya hecho? Lo mejor es hablar con alguien que os pueda contar su experiencia y os cuente qué tal fue. Si no conocéis a nadie podéis buscar en foros o en críticas sobre ellas, eso sí, críticas que sean objetivas, no valen las que la propia escuela o universidad pone de ellos mismos porque serán sí o sí buenas. En foros o páginas de facebook seguro que existen opiniones menos sesgadas que podrán ayudaros a elegir sobre el curso de Inteligencia Emocional que queráis hacer. Para tener en cuenta esta decisión es importante el próximo punto.
- PROFESORES FACILITADORES: como ya he dicho, las personas que “enseñamos” inteligencia emocional no se nos denomina profesores, sino facilitadores, ya que nosotros ponemos al alcance de otras personas diferentes técnicas, recursos y herramientas, las cuales pueden o no servirles. En este sentido es importante saber si los facilitadores que están instruyendo la materia son los mismo que estaban cuando la persona que te recomendó el curso lo hizo, ya que si no puede que tengas una experiencia totalmente diferente.
- TEÓRICOS VS PRÁCTICOS: Existe una gran diferencia con buenos oradores y buenos facilitadores. Existen personas (muchos de ellos “gurús” de la inteligencia emocional), que saben realizar un speech genial y presentar ciertos puntos a grandes masas pero que no se les da tan bien realizar dinámicas y enseñar herramientas y recursos. Es importante por ello saber si son buenos realizando formación.
- ¿Realizan TALLERES GRATUITOS de presentación? Muchas de las escuelas de formación dan talleres gratuitos para presentar el curso a los que puedes ir para conocer el temario, la metodología, hacer algún test de Inteligencia Emocional quizás y, sobre todo, hablar con los facilitadores y ver qué sensación te dan y lo que te cuentan en base a lo que estás buscando.
- CALENDARIO: normalmente existen másters que duran un curso entero empezando hacia octubre, y hay cursos de experto o de especialización que duran un poco menos porque además son menos horas y también cuestan menos. Está bien que mires el calendario y veas qué días tienes que ir, si es todos los fines de semana, o son como dos al mes, o tienes intensivos de jueves a domingo. Todo ello te ayudará también a gestionarte tu año y ver si te es fácil asistir o dependiendo de tus responsabilidades, tu trabajo o tu rutina semanal preferirás una cosa u otra.
- LOCALIZACIÓN: relacionado con las fechas del curso o máster, es importante saber dónde se va a realizar, si te pilla cerca de tu casa o es en otra ciudad y vas a tener que reservar hotel. Son cosas que puede que aumenten el coste y es necesario tenerlas en cuenta. También está bien que preguntes si va a haber algún fin de semana outdoor en el que tengáis que pasarlo en algún sitio fuera. Cuanto mejor sepas lo que vais a hacer mejor podrás organizarte y ver si eso va a incurrir en algún gasto extra (algunos de estos intensivos tienen un coste fuera del progama).
- PRECIO: siempre hay que mirar el precio, ya que es una inversión que estamos realizando. Esto lo relaciono al objetivo que quieres buscar, depende de lo que estés buscando quizás estés dispuesto a pagar más o menos. En este punto es interesante saber que muchos de los cursos ofrecen descuentos interesantes si hacemos la reserva meses antes o si pagamos de una vez antes de que empiece el curso.
- TEMARIO: es útil echar un vistazo al programa o temario que la escuela o universidad presentan. Compáralos con otras que hayas visto y te harás una idea de temas que tienen que ser obligatorios y otros que puede que estén por relleno. Existen algunos cursos que suelen poner algún módulo de PNL o de coaching para que conozcas qué es y ya de paso “venderte” sus otros cursos especializados. Y depende de lo que se ahonde en esos módulos, puede que sea un “añadido” que no sea tan útil, cuando otras escuelas se ciñen al curso de inteligencia emocional y luego dan módulos o talleres apartes a los que puedes ir para conocer otros temas.
- INSTALACIONES: ¿dónde se da el curso? ¿Es en una universidad con salas hechas para ello? La climatización es buena, tienen proyectores, flipcharts, etc. ¿Te dan los apuntes impresos del curso? Todo este equipamiento, aunque en menor escala, también influirá a la hora de elegir el curso o máster de inteligencia emocional. De ahí que si puedes ir al taller gratuito o concertar una entrevista o visita con algún responsable para que te cuente y te muestre las instalaciones, mucho mejor.
10 Claves para saber si tienes Inteligencia Emocional
Cuando hablamos sobre inteligencia emocional existen algunas pautas o hábitos que pueden guiarnos a saber si una persona (o nosotros mismos) tenemos un cierto nivel de inteligencia emocional. Así que a continuación te daré 10 pautas que para mí son las más importantes para evaluar si eres inteligente emocional:
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- CONOCES TUS EMOCIONES: sabes identificar cuándo estás enfadado y cuándo estás triste. Sabes incluso diferenciar cuándo hay una emoción secundaria que “esconde” o “tapa” una que hay por detrás (si quieres saber más sobre ese tipo de emociones que pueden engañarnos a veces, lee este artículo).
- ERES ASERTIVO: Conoces la asertividad, sabes aplicarla y la usas a menudo cuando ves tus límites sobrepasados o cuando quieres expresar tus pensamientos respetando tus decisiones y las de la otra persona.
- APLICAS LA TEORÍA DEL 80-20 A MENUDO: sabes que no tienes el control sobre lo que ocurre a veces a tu alrededor (20 %) pero sí tienes el control de cómo te tomas eso y cómo reaccionas ante ello (el 80 % restante).
- EXPRESAS TUS ENFADOS DE FORMA CONSTRUCTIVA: cuando tienes que expresar algo que te ha molestado lo haces de forma objetiva y hablando sobre ti y sobre cómo te sientes ante lo que ha ocurrido. Más sobre la expresión de enfados, aquí.
- ACEPTAS Y ACOGES TODAS TUS EMOCIONES: por desagradables que puedan parecer al principio, te haces responsable de ellas, las aceptas, las comprendes y las acoges, para poder gestionarlas. No huyes de ellas o te evades haciendo otras cosas u ocupando con otros temas tu mente. Aunque sean emociones negativas (o desagradables mejor dicho), hay que aceptarlas para saber qué me están transmitiendo.
- EXPRESAS LO QUE SIENTES: tanto lo negativo como lo positivo, evaluando lo propicio de las situaciones pero no tienes reparo en decir cómo te sientes ante diferentes situaciones, especialmente cuando es algún pensamiento positivo sobre alguien
- ABRAZAS: a la gente que quieres y aprecias los tocas, los abrazas y los besas expresando tu cariño de diferentes formas. Das abrazos de verdad, de esos que realmente transmiten a la otra persona lo que sientes por ella.
- REALIZAS CRÍTICAS CONSTRUCTIVAS: cuando tienes que expresar lo que piensas sobre algo y no es positivo, sabes realizar críticas constructivas usando diferentes técnicas (como la técnica del sandwich: algo positivo – la crítica – algo positivo). Lo cual hace que la persona reciba la información de forma positiva y sin ponerse a la defensiva.
- GESTIONAS TUS EMOCIONES: además de conocerlas, sabes qué necesitas cuando aparecen y sabes leer a tu cuerpo para darte lo que te está pidiendo. Si quieres saber más sobre control de emociones, lee este artículo.
- ERES DUEÑO DE TU VIDA: sabes que tienes poder y control sobre lo que puedes conseguir en tu vida y no esperas a que suceda, sino que haces todo lo que está en tu mano para alcanzar lo que quieres.
Descargarse las 10 Claves para saber si tienes Inteligencia Emocional
Frases de Inteligencia Emocional
Y ya para finalizar te dejo algunas frases relacionadas con la superación personal, la motivación, el aprendizaje de uno mismo y la psicología emocional. Puedes ponértelas en tu móvil, en tu alarma de por la mañana, escribirlo en un post-it o imprimírtelas y pegártelas en el baño de casa, en tu lugar de trabajo, en el coche, en la nevera, etc. A veces, necesitamos tener una de estas frases bien en mente para seguir avanzando.
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- La persona que tiene más poder en tu vida para hacerte daño o para hacerte feliz eres TÚ
- Cuando te des cuenta de que (casi) todo de lo que te sucede depende de tus decisiones, podrás ser el dueño de tu vida
- Tanto si crees que puedes como si no, tendrás razón
- El 20 % de lo que te ocurre no puedes cambiarlo, el 80 % depende de la actitud que tomas ante ese 20%
- Cuanto más me conozca y más me acepte como soy, más me querré y mejor autoestima tendré
- Más vale arrepentirte de haber hecho algo que arrepentirse de no haber hecho nada
- El cerebro no distingue el NO, recuérdalo cuando quieras conseguir algo de alguien
- Si quieres ser feliz y aprovechar cada momento de tu vida, aprende a disfrutar del aquí y ahora
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Aquí solo las enuncio, en este post las comento más a fondo.
Libros de Inteligencia Emocional
A continuación te dejo un listado de 10 libros sobre Inteligencia Emocional que podrán ayudarte a seguir avanzando en este camino de autoconocimiento y bienestar emocional:
- Inteligencia Emocional, Daniel Goleman
- Emociones: una guía interna, Leslie Greenberg
- Cómo mejorar su autoestima, Nathaniel Branden
- La asertividad, expresión de una sana autoestima, Olga Castanyer
- Dios vuelve en una Harley, Joan Brady y Silvia Salinas
- Amarse con los ojos abiertos, Jorge Bucay
- El darse cuenta, John O. Stevens
- El hombre en busca de sentido, Viktor E. Frankl
- El mapa del tesoro: el poder de la acción, Álex Rovira
- Educar con Inteligencia Emocional, Maurice J. Elias, Steven E. Tobias y Brian S. Friedlander
De igual modo, aquí solo los nombro, los explico en detalle en este post.
Espero que toda esta información te haya ayudado a conocer un poco más sobre qué es la inteligencia emocional. Te agradezco que hayas usado tu tiempo para leer toda esta información, que no es poca. Si tienes algún tipo de comentario sobre lo escrito o te gustaría sugerir algún tema sobre el cual escriba, no dudes en poner tus comentarios abajo o escribirme directamente en la sección de contacto.
¿Y para ti, qué es la inteligencia emocional? ¿Cómo vives la inteligencia emocional en tu día a día? Cuéntanos en los comentarios de abajo, cuanto más comentemos más aprenderemos todos 🙂
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